Científico y político español
(Las Palmas de Gran Canaria, 1892 - París, 1952). Procedente de una familia de
comerciantes canarios acomodados, estudió Medicina en la Universidad de Leipzig
(Alemania). Desde 1922 fue catedrático de Fisiología en la Universidad de
Madrid. Su procedencia de un ambiente conservador y su gran fortuna personal no
impidieron que durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-30) ingresara en
el Partido Socialista (PSOE), en el que se alineó políticamente con Indalecio
Prieto.
Tras el advenimiento de la
Segunda República (1931) sería elegido diputado de sus tres legislaturas,
siempre representando a las islas Canarias. Aunque no tenía mucho peso político
en el partido, cuando estalló la Guerra Civil (1936-39) fue nombrado ministro
de Hacienda en el gobierno presidido por Largo Caballero. Se ocupó de organizar
la economía de guerra del bando republicano y de negociar la prestación de
ayuda económica y armamentística por parte de la Unión Soviética (para lo cual
hubo de entregar a la URSS las reservas de oro del Banco de España).
Ya entonces destacó por su
insistencia en que la República tratara de atraerse el apoyo de las potencias
occidentales mostrándose como un régimen liberal-democrático reformista y
moderado; para ello se esforzó por poner coto a los asesinatos políticos y a
los excesos de la represión en la retaguardia, mostrándose como un escrupuloso
defensor del respeto a la legalidad.
En 1937 sustituyó a Largo
Caballero como presidente del gobierno, cargo en el que permaneció hasta el fin
de la guerra. Empujado por la necesidad de la ayuda soviética, se apoyó en los
comunistas del PCE, con los que coincidía en su línea de dar prioridad a la
disciplina y la organización para ganar la guerra, postergando las veleidades
de revolución social (en contra de las pretensiones de los anarquistas de la
CNT y de otros grupos políticos, como el POUM). En 1938, ante el curso
desfavorable de la guerra para las armas republicanas, ofreció a los rebeldes
entablar una negociación sobre la base de 13 puntos que llevaran a una salida
democrática del conflicto; pero la oferta fue rechazada por Franco, que exigió
hasta el final una rendición sin condiciones.
Ante tal intransigencia,
Negrín ordenó resistir palmo a palmo para prolongar artificialmente la guerra,
con la esperanza de que las tensiones internacionales llevaran al estallido de
una guerra general en Europa, en la que la República entrara como aliada de las
naciones democráticas contra los regímenes fascistas de Hitler, Mussolini y
Franco. Pero tales esperanzas de intervención extranjera en defensa de la
República se desvanecieron después de la política de apaciguamiento mostrada
por Gran Bretaña y Francia frente a Alemania en el Pacto de Múnich (1938).
Cuando el conflicto europeo
(la Segunda Guerra Mundial) estalló por fin en 1939, el ejército republicano
había sucumbido cinco meses antes. Negrín, opuesto a la rendición incondicional
en defensa del principio de legitimidad democrática, fue dispuesto poco antes
de la definitiva victoria franquista por el golpe de Estado del general Casado
(marzo de 1939). Se exilió en México y luego en Francia, ejerciendo hasta 1946
el cargo de presidente del gobierno republicano en el exilio.
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