(José Antonio Primo de Rivera
y Sáenz de Heredia) Político fascista español, fundador de la Falange (Madrid,
1903 - Alicante, 1936). Hijo primogénito del dictador Miguel
Primo de Rivera, decidió entrar en política para defender la memoria de
su padre, generalmente denostada en los años del hundimiento de la dictadura y
de la implantación de la Segunda República (1931).
José Antonio fracasó en su
intento de obtener un escaño de diputado en las elecciones de 1931, a las que
se presentó con la Unión Monárquica Nacional; pero consiguió su propósito en
las de 1933, integrado en una coalición conservadora. Utilizó su escaño y las
libertades democráticas del régimen republicano para lanzar un nuevo partido de
inspiración netamente fascista, atraído por los modelos de Mussolini y Hitler.
Tras varios intentos
fracasados, en 1933 creó la Falange Española; al año siguiente la fusionó con
otro grupo de ideología similar, las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista
de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, dando lugar a FE de las JONS.
Combinando la agitación callejera (frecuentemente violenta) de sus jóvenes
militantes con la propaganda política, la Falange fue adquiriendo notoriedad en
la vida pública española.
Pero las elecciones de 1936,
en las que no obtuvo ni un solo escaño, demostraron su escaso apoyo entre la
opinión pública. Por entonces, la Falange estaba ya decididamente inclinada
hacia el uso de la fuerza y el abandono de la lucha política legal, contra el
ascenso del poder de la izquierda y de los nacionalismos regionales, que
entendía como amenazas contra sus valores esenciales. La derrota electoral de
1936 confirmó esa tendencia y lanzó a los falangistas al pistolerismo y a la
conspiración contra la República.
En aquel mismo año, el
gobierno de izquierdas declaró ilegal a la Falange como responsable de
desórdenes públicos, y encarceló a su jefe, José Antonio Primo de Rivera. Cinco
meses más tarde tuvo lugar el golpe de Estado militar encabezado por Mola y
Franco, con el que dio comienzo la Guerra Civil (1936-39). El gobierno
republicano, consciente de la connivencia de la Falange con los golpistas,
trasladó a José Antonio de Madrid a una cárcel más segura en Alicante, donde
fue condenado a muerte por un tribunal popular y fusilado.
Los militares alzados en
armas contra la República no hicieron nada por salvar la vida de José Antonio,
cuya muerte en plena juventud les suministró un mito heroico ampliamente
explotado en los años siguientes; al mismo tiempo, la desaparición de José
Antonio eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer
sombra a los militares, dejando el camino expedito para la conversión de la
Falange en partido único del régimen (unificada con los tradicionalistas
formando FET de las JONS), una Falange domesticada y desprovista de su mística
revolucionaria inicial, con Franco como jefe nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario