(José María Gil Robles y
Quiñones; Salamanca, 1898 - Madrid, 1980) Político español. Tras licenciarse en
Derecho por la Universidad de Salamanca (1919) se integró en la redacción del
periódico madrileño El Debate,
órgano de la opinión católica y conservadora más militante (1922). Se inició en
la política bajo la dictadura de Primo de Rivera (1923-30), colaborando con el
ministro Calvo Sotelo en la redacción del Estatuto Municipal. Tras la caída de
la Dictadura y la proclamación de la Segunda República (1931), consiguió un
acta de diputado en las Cortes constituyentes. En aquel mismo año alcanzó el
liderazgo del partido Acción Popular, desde el cual participó en la oposición a
las reformas del gobierno Azaña.
En 1933 consiguió formar
alrededor de su partido una gran coalición conservadora, la Confederación
Española de Derechas Autónomas (CEDA), que resultó el partido más votado en las
elecciones de aquel año. Erigido en árbitro de la situación política, en 1934
consiguió tres carteras ministeriales para la CEDA en el gobierno de coalición
de las derechas, lo cual provocó el estallido de la Revolución de Octubre, pues
la izquierda veía en Gil Robles el representante español de la oleada de
dictadores reaccionarios que se estaba adueñando de Europa (Mussolini, Hitler,
Dollfuss...).
Reprimida la revolución de
1934 por el Ejército, al año siguiente la CEDA obtuvo cinco carteras en el
Gobierno, con Gil Robles como ministro de la Guerra; desde ese puesto se
dispuso a desmontar la obra reformadora del primer bienio republicano, pero un
escándalo político (el caso del estraperlo)
lo impidió, al romper la coalición en aquel mismo año.
Al no ser llamado a formar
gobierno por el presidente Alcalá Zamora, como él esperaba, Gil Robles se
inclinó ya decididamente por la opción de un golpe militar para tomar el poder,
aunque el golpe no fraguó entonces porque lo consideraron prematuro los
militares con los que Gil Robles estaba en contacto (como Mola o Franco). En
las elecciones celebradas en 1936 se dio un retroceso importante de la CEDA,
paralelo al triunfo de las fuerzas de izquierdas agrupadas en el Frente
Popular.
Al producirse finalmente el
golpe militar en el verano de aquel año, Gil Robles prefirió salir de España y
desarrolló una campaña de apoyo a los sublevados desde Portugal. Tras el
triunfo en la Guerra Civil (1936-39) del bando de Franco, que no le reservó
papel político alguno, Gil Robles se integró en el consejo del pretendiente
monárquico don Juan de Borbón. En 1953 regresó a España e intentó formar un
movimiento demócrata-cristiano (1953); expulsado de nuevo en 1962, no pudo
volver a la política activa hasta la muerte del dictador, en 1975. Participó
entonces en la formación de la Federación Demócrata Cristiana, con la que se
presentó a las elecciones de 1977, en las que fracasaron tanto él como su
opción política.
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